miércoles

El 2º salto en guerra

José Luis González Vicente,


Es la página 27 extraída de un comic sobre la Historia de la Brigada Paracaidista.


Una recreación de la inexistente "Hoja de Lanzamientos" sobre la cábila de Erkúnt, en Ifni.

No me cansaré de recordarlo, ni de presumir, porque yo tuve el privilegio de intervenir en el 2º salto en guerra de los paracaidistas del E.T. , sobre la cábila de Erkúnt, en Ifni, el 19 de febrero de 1958.


ERKUNT EL SEGUNDO SALTO EN GUERRA


Enmarcado en la operación “Pegaso” se desarrolló el segundo salto de guerra de las Fuerzas Paracaidistas del Ejército de Tierra en las inmediaciones de la localidad de Erkunt, el 19 de febrero de 1958.
Los planes del mando pretendían, con una serie de lanzamientos paracaidistas al norte del territorio (Agrupación “C”), asegurar la libre disposición de la carretera costera que unía el territorio de norte a sur. Una vez logrado este objetivo las unidades debían replegarse a Sidi-Ifni.
Además de los lanzamientos paracaidistas se dispuso una agrupación (Agrupación “M”) por tierra compuesta por la II Bandera Paracaidista y la VI de La Legión que avanzarían por las cumbres dominantes de la vía de comunicación costera.
El avance de esta columna estuvo obstaculizado por el fuego enemigo obligando a tomar al asalto algunas de las cotas que dominaban el itinerario causando los intensos enfrentamientos un número de bajas considerable entre las fuerzas de La Legión y los paracaidistas.
Ante la resistencia de las bandas de liberación el mando, con la certeza de que la única posibilidad de sorprender al enemigo era envolver su retaguardia, ordenó el embarque de las fuerzas de la 1ª Compañía al mando del Cap. Pedrosa junto a una sección de ametralladoras de la 5ª Cía. Al mando del Tte. Antón Ordóñez.
El salto se realizó en la D/Z de Erkunt, la más cercana a Sidi-Ifni de las previstas en la operación. Al llegar a la zona de lanzamiento saltó el Cap. Pedrosa como primero de la patrulla seguido por el resto de su compañía, siendo un éxito el salto sin que hubiera que lamentar ningún incidente, alcanzando los objetivos previstos y causando la retirada total del enemigo.


El fallecido periodista Ramiro Santamaría que estuvo en Ifni durante la campaña, nos cuenta su particular versión del citado salto dentro de la "Operación Pegaso" en su libro Ifni-Sahara La Guerra Ignorada (Páginas 159 a 162).


.........................."Y amanece el día 19 de febrero. Desde antes de la aparición de las primeras luces, la II bandera ocupa la base de partida. A las 8,20 horas y tras una preparación intensa, rebasa nuestra conocida posición de Buyarifen. Una hora más tarde, desde la cota 435 la 6ª compañía apoya con sus fuegos el avance de la VI Bandera de la Legión. El fuego enemigo es cada vez más intenso. Se penetra en un terreno sumamente accidentado, con alturas que oscilan entre los 50 y 453 metros sobre el nivel del mar en un continuo subir y bajar. En tales condiciones no se sabe si es peor la acción del enemigo o la sed, el peso del equipo, el cansancio.

Mientras nuestra II bandera y la VI de la Legión se baten coco a codo contra estas fortalezas naturales, la I bandera, desde las ocho horas, permanece preparada en el aeropuerto esperando la orden de embarcar. Las horas van transcurriendo en medio de aquel hervidero de hombres, equipos, armas y aviones. Periódicamente despegan los viejos “Heinkel” (los “Pedros” como popularmente se les conoce) en misiones de bombardeo y ametrallamiento.

A lo lejos, hacia el Norte, truena la artillería del crucero “Galicia” y del destructor “Almirante Miranda”, que apoyan desde el mar el avance paralelo a la costa. Pero la orden de embarque no llega. El Mando suprime la operación de desembarco aéreo a las 11,30 horas, dado que la situación en ese instante hace innecesario el lanzamiento. Solamente la 3ª compañía reforzada deberá avanzar en camiones hasta la línea ocupada por la Agrupación Táctica “M”, para desde allí lanzarse desplegada, atacar y ocupar Erkúnt.

La II bandera ocupa, a las doce, la última línea de objetivos. Cuando la 3ª compañía desciende de los camiones para iniciar su avance pie a tierra, el comandante López Costa, que en previsión de un posible lanzamiento ha acompañado a esta pequeña columna, comunica a los oficiales que según lo anuncian por radio, la 1ª compañía, una sección de ametralladoras y un pelotón de morteros (ambos de la 5ª compañía) está a punto de de aparecer por el aire para ser lanzados en Erkúm. Vendrán bajo el mando del capitán Pedrosa y constituirán la mayor fuerza lanzada sobre el Territorio en acción de guerra. Entre los oficiales figura el teniente Galera, recientemente fallecido en acto de servicio.

Hay, entre los hombres de la 3ª compañía, un primer movimiento de rabia contenida al conocer la noticia: “¡Ese salto era nuestro!”

Cuando el cielo se llena de puntos, la tripulación de los navíos de guerra que apoyan la acción, saludan con gritos, aplausos y vivas el salto de los paracaidistas. Sus cañones desvían el fuego sobre las alturas que dominan la amplia hoyada, en cuyo fondo está Erkúm. Momentos después, la 3ª compañía enlaza con los que han venido del cielo. Atrás y a la derecha, formando un amplio arco, están los hombres de la Agrupación “M”, los paracaidistas y los legionarios. La tenaza se ha cerrado. (Ha costado tres muertos en la II bandera y numerosos heridos, entre ellos el capitán Ponciano Fernández. La VI Bandera de la Legión ha tenido peor suerte).

El enemigo, que no ha caído en la trampa, se finge pacífico ciudadano o se dispersa por aquel revuelto y complicado terreno. La frontera norte está ahí, bien a la mano, y nadie les va a perseguir a través de ella.

Ya no volverán. Desde este día el flamante Ejército de Liberación que contaba con masas de hombres unos meses antes, quedará reducido a unos grupos sin potencia suficiente para realizar acciones de gran envergadura.

Y ahora, amigo lector, permítanos volver unas horas atrás el reloj que regía el tiempo de la campaña. Recordemos aquella misteriosa filtración en el secreto militar que precedió a la operación “Pegaso”, como había precedido a todas las anteriores.

No se sabe cómo pudo llegar al Hospital Militar de Sidi-Ifni la noticia de que horas después la I bandera saltaría en el límite norte del Territorio. Los enfermos y heridos que se encontraban en el hospital corrieron al director solicitando el alta inmediata y asegurando que de no obtenerla se la tomarían ellos. Poco después, con el alta conseguida o sin ella, se presentaron en sus compañías para ser incluidos en la operación “Pegaso”. Cuando ésta hubo concluido, algún paracaidista precisó nuevamente ser hospitalizado hasta su total curación. ¡Ya habría tiempo para ello!

La campaña de Ifni había, prácticamente, terminado".