miércoles

Carta a los reyes magos.

Por Diego Sánchez Cordero.
Ex combatiente en la guerra de Ifni.
Soldado del Regimiento Soria nº 9

Queridos Reyes Magos, como ya de niño era admirador vuestro con poca fortuna y zapatos rotos, creo que por mi fidelidad merezco cualquier cosa que os pida. Pero como la edad cambia los deseos  y los juguetes son muy modernos para mis aficiones y conocimientos, deseo algo original y que no tenga precio, ni utilidad para matar el tiempo.

Quiero un sueño vacío de contenido útil, pero con suficiente energía para hacer de él mi mundo fantástico, ese, donde todo es posible para ser feliz en la vida y que tan bien conocéis vosotros por la mirada de un niño. Ese sueño sería mi varita mágica para convertir lo feo en hermoso, el dolor en felicidad, la desesperación en esperanza, y en luz, la oscuridad.

Quiero ser aprendiz de Rey Mago para hacer feliz a la gente todo el año, y a los niños ponerle una sonrisa permanente en los labios.

Quiero que a cada persona le regaléis un sueño como el mío. Los viejos tendríamos siempre la inocencia de niños y los niños la sabiduría de maestros. Para vosotros, que procedéis del mundo de la fe, la magia y la fantasía, todo es posible.

Y si yo creo en vosotros, ¿por qué vosotros no vais a creer en que también yo pueda ir repartiendo milagros sacados de mi saco de imaginarios regalos? Si vosotros venís volando en camellos desde países lejanos, decirme: ¿por qué yo no puedo cambiar el mundo con el poder de mis deseos y la fuerza de mi soñada varita mágica?

Majestades, seguro, seguro que lleváis para mí un sueño, aunque sea chiquito. De todas formas, voy a seguir creyendo en vosotros, en el Belén y en los camellos.

Ilusionado espero que mis deseos no caigan en saco roto.
Un abrazo. Disancor

P.D. Y para asegurar vuestra visita en años venideros, tener cuidado con lo que hacéis, porque en un descuido os pueden embargar los camellos y echaros a las listas del paro de los trabajadores españoles.